1Corintios 2:6-9 Sin embargo,
hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría no
de este siglo, ni de los gobernantes de este siglo, que van
desapareciendo, sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio,
la sabiduría oculta que, desde antes de los siglos, Dios
predestinó para nuestra gloria; la sabiduría que ninguno de los
gobernantes de este siglo ha entendido, porque si la hubieran entendido no
habrían crucificado al Señor de gloria; sino como está escrito: Cosas que
ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón del hombre, son las
cosas que Dios ha preparado para los que le aman.
La cita que se lee en 1 corintios
2:9 está en Isaías 64:4 NTV Desde el principio del mundo, ningún oído ha
escuchado, ni ojo ha visto a un Dios como tú, quien actúa a favor de los que
esperan en él.
**Hay cosas que no han subido a
corazón de “hombre”, acá la palabra griega usada es “anthrópos” Strong 444: humano, miserable, humanidad.
El griego “anthrópos” corresponde al hebreo “adán” que es la primera etapa en
el crecimiento cristiano, ya que adán significa “rojo”, podríamos decir que es
alguien recién convertido. Ese hombre anthrópos no ha visto, no ha oído ni han
subido a su corazón las cosas que Dios ha preparado.
**Debemos evolucionar de hombre “anthrópos”
a hombre “aner” que significa “comprometido, marido”, porque esas cosas
preparadas si son vistas, oídas y suben al corazón de los que esperan en El, de
los que le aman.
Efesios 4:11-13 Y él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos
a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
**a un varón perfecto, a un “Anér teleios”, al estar en esta estatura, las cosas que Dios
ya tiene preparadas para nosotros nos serán reveladas, así como decía Pablo que
hablaba sabiduría entre maduros que ni los gobernantes de este siglo entendían.
Debemos dejar esa estatura “anthrópos” y
buscar ser “Anér teleios”.