El rocío es un fenómeno en el que la
humedad en el aire se condensa en forma de gotas por la disminución brusca de la temperatura, o el contacto con
superficies frías.
Deuteronomio 32:2 Caiga como la lluvia mi enseñanza, y destile
como el rocío mi discurso, como llovizna sobre el verde prado y como aguacero
sobre la hierba.
**El agua es figura de la palabra, pero la
misma puede venir de distintas formas, como lluvia, roció, llovizna, aguacero,
nieve, escarcha, granizo etc. El versículo anterior explica que el roció es
figura de discurso, razonamiento, dicho o palabra.
Génesis 27:28 Dios te dé, pues, del rocío del cielo, y de la
grosura de la tierra, y abundancia de grano y de mosto.
Números 11:9 Cuando el rocío caía en el campamento por la
noche, con él caía el maná.
**El roció y el maná venían juntamente (Éxodo 16:14), podríamos decir que el discurso antecedía el
alimento sólido. El mana también es
figura de la palabra y de Cristo.
Job 29:19 “Mi raíz se extiende hacia las aguas, y el
rocío se posa de noche en mi rama.
**Los seres humanos somos como árboles (Marcos
8:24, Oseas 14:5), necesitamos palabra desde nuestras raíces y discurso sobre
nosotros, necesitamos agua de día y de noche Josué 1:8 Nunca se apartará
de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él.
Cantares 5:2 Yo dormía, pero mi corazón velaba, ¡Una voz!
¡Mi amado toca a la puerta! “Ábreme, hermana mía, amada mía, paloma mía,
perfecta mía, pues mi cabeza está empapada de rocío, mis
cabellos empapados de la humedad de la noche.”
**Nuestro Amado tiene sus cabellos (figura de
los pensamientos) empapados de Discurso, de palabra. Escuchemos Su Voz, abramos
la puerta para escuchar ese Discurso que trae El Señor.
Daniel 4:33 En la misma hora se cumplió la
palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba
como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su
pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.
**Nabucodonosor caído se degrado hasta ser como
una bestia, pero el discurso, el roció, empapo todo su cuerpo hasta que
reconoció al Señor (Daniel 5:21). Y ese rocío le dio cobertura de águila.
Que El Señor envié ese discurso y nos empape
los pensamientos…