Hebreo Strong 7121 QARA: llamó, llamado, voces,
llamar, proclamar, leer, clamar, pregonar, publicar, pronunciar, invitar.
La proclama que Dios envía sobre su pueblo para
cada año, se fundamente en Isaías 61:1-2. Y que el año profético es de 360 días.
Isaías 61 1 El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros, 2 (a) para proclamar el año favorable del Señor (b) y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran.
Nuestro señor Jesucristo leyó esta parte del
libro de Isaías, pero no leyó la parte “b” del segundo versículo:
Lucas 4:17-21 Y se le dio el libro del
profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba
escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para
dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en
libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y
enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la
sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta
Escritura delante de vosotros.
Vemos que El Señor puso una pausa a la palabra
profética, dejando por cumplirse “el día de venganza de nuestro Dios; para
consolar a todos los que lloran.”
La Proclama nace del corazón de Dios y es
enviada a su pueblo a través de sus ministros, los cuales comunican aquello que
proclamó El Señor.
Cada Proclama es un DECRETO a través de una
palabra Apostólica y Profética.
La palabra Apostólica “MAAMAR Strong 3982”
significa “orden” y la palabra profética “IMRAH Strong 565” es un descubrir lo
que se dará en el futuro. Por lo que
podemos decir que la Proclama decreta apostólica y proféticamente una palabra,
esta palabra es un mandato que se nos tiene que revelar en promesa, una
esperanza en algo que Dios ha prometido.
Vemos en el libro de Ester, que había un
decreto en contra del pueblo judío (figura del Israel Espiritual que es la
iglesia), este decreto no podía ser quitado, pero Ester hace una fiesta, un
banquete para el Rey y el Rey manda un decreto nuevo.
Ester 8:17 En cada provincia, en cada ciudad y en todo
lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y
gozo para los judíos, banquete y día festivo. Y muchos de entre los pueblos de
la tierra se hicieron judíos, porque había caído sobre ellos el temor de los
judíos.
Por lo que nosotros debemos de caminar en esos
decretos nuevos y no en los contrarios que nuestro Señor Jesucristo anulo en la
cruz (Colosenses 2:14), ahora El Rey proclama nuevos decretos de bendición que
llegan a nosotros a través de sus siervos, para que caminemos en ellos.
Maranatha! Abundancia!