Juan 17:18-24 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he
enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también
ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino
también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos
sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en
nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo
les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú
en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me
enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
**Una de las oraciones de Jesús al Padre fue por unidad,
que todos los que creyéramos en El fuéramos uno: “…para que todos sean uno;
como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti…” Debemos tener una unidad tan íntima
entre nosotros los creyentes como la del Padre con el Hijo, ¿Qué tan unidos
estarían El Padre y El Hijo? Así debemos de estarlo los que creemos en Su
Nombre. Sigue diciendo: “…para que el mundo crea que tú me enviaste…”, la unidad
que exista en el cuerpo de cristo traerá salvación al mundo, al estar unidos
por su Espíritu Santo, el mundo creerá que Jesús es Dios y fue enviado para
salvación. Sigue diciendo:” …para que sean perfectos en unidad…” Y esto “…para
que el mundo conozca que tú me enviaste…”. Con la perfecta unidad, que es en El
Espíritu Santo, el mundo le conocerá.
Filipenses 1:27-28 Solamente comportaos de una manera
digna del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a veros, o que
permanezca ausente, pueda oír que vosotros estáis firmes en un mismo espíritu,
luchando unánimes por la fe del evangelio; de ninguna manera amedrentados por
vuestros adversarios, lo cual es señal de perdición para ellos, pero de
salvación para vosotros, y esto, de Dios.
**Pablo hace una llamado a la iglesia y les pide estar: “…firmes
en un mismo espíritu, luchando unánimes…”, esta unidad es una manera digna de
vivir el evangelio y es señal: “…lo cual es señal de perdición para ellos, pero
de salvación para vosotros….”. La unidad trae al mundo una señal, un sentir de
Juicio, de perdición por no tener a Jesucristo como único salvador, y para la
iglesia, la unidad es señal de salvación de Dios.