1Samuel 2:22 (versión moderna 1929) Elí empero era muy viejo; y oía hablar de todo lo que hacían sus hijos para con todo Israel, y cómo se acostaban con las mujeres de la milicia sagrada, que asistían a la entrada del Tabernáculo de Reunión.
LBLA Elí era ya muy anciano; oyó todo lo que sus hijos estaban haciendo a todo Israel, y cómo se acostaban con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reunión
La llamada “milicia sagrada” o “mujeres que servían”, se traduce de la palabra hebrea “Tsaba” Strong H6633, que significa: guerra, ir a guerra, mujeres que sirven, reunión, hacer la guerra, ejército de servidores.
Algo que resalta es la comparación entre “hacer guerra” y “servir a la entrada”, lo cual trae preguntas: ¿Qué guerra se hace al servir? ¿Contra quién es la guerra? ¿Con que armas se pelea? ¿Por qué a la entrada? ¿Es el servicio una guerra?
Éxodo 38:8 LBLA Además hizo la pila de bronce y su base de bronce, con los espejos de las mujeres que servían a la puerta (Milicia Sagrada) de la tienda de reunión.
Algo que estas mujeres llevaban eran espejos, sabemos que el espejo es figura de la palabra (Santiago 1:23-25). Las milicias además se formaban con levitas de una edad mínima de 25 años para iniciar a servir, lo que nos habla de alcanzar cierto grado de madurez:
Números 8:24 LBLA Esto es lo que se refiere a los levitas: desde los veinticinco años en adelante entrarán a cumplir el servicio en el ministerio de la tienda de reunión (Milicia Sagrada).
Y luego de servir 25 años, debían retirarse, por lo que la edad para ir a servir o ir a la guerra era de los 25 a los 50 años:
Números 8:25 LBLA Pero a los cincuenta años se jubilarán de ejercer el ministerio, y no trabajarán más.
Las preguntas antes hechas quedaran pendientes de responder, pero queda la enseñanza de la importancia del servicio, el cómo se relaciona con la guerra espiritual, el tener la palabra y la madurez para cumplir con el llamado.
Dios los bendiga!