dotrina


Las Tres Gracias

**Existen al menos tres “dispensaciones” o tres “tiempos”, la del Padre, la del Hijo y la del Espíritu Santo, la palabra de Dios tiene tiempos. A continuación vemos “La Gracia” actuando en estas tres dispensaciones:

1.      La Gracia del Padre (la gracia que fue antes del comienzo del tiempo)
2Timoteo 1:9 Fue él quien nos salvó y nos llamó con santo llamamiento, no conforme a nuestras obras sino conforme a su propio propósito y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.

2.      La Gracia del Hijo (la gracia que vino)
1Pedro 1:10 Acerca de esta salvación han inquirido e investigado diligentemente los profetas que profetizaron de la gracia que fue destinada para ustedes.

3.      La Gracia del Espíritu Santo (la gracia que vendrá en este fin de los tiempos)
1Pedro 1:13 Por eso, con la mente preparada para actuar y siendo sobrios, pongan su esperanza completamente en la gracia que les es traída en la revelación de Jesucristo.

**Para recibir la gracia de Dios tiene que haber una virtud en nosotros para recibirla, un vaso preparado, un requisito:

Santiago 4:6 Pero El da mayor gracia. Por eso dice: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes.

**La gracia nos es dada si somos humildes. Uno de los enemigos de la gracia es la amargura:

Hechos 12:15 Miren bien que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brote y cause estorbo, y que por ella muchos sean contaminados

**En estos últimos tiempos la gracia sobreabundara en la iglesia de Dios ya que el pecado abundara en el mundo:

Romanos 5:20 Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia.

**Vemos a continuación como Pablo, al ser humilde, recibe la gracia:

Romanos 7:24-8:1 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. 8:1  Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.


**Pablo al final del capítulo siete se humilla grandemente ante Dios y reconoce su condición la cual aborrece. Al principio del siguiente capítulo alcanzó la gracia para estar En Cristo Jesús.