***Apóstol, Cantares 1:2 ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.
“Si el me besara”... habla de reconocimiento, de saber quién es El Señor. La sulamita quizá no sabía bien quien era ella (Cantares 1:5) pero si había reconocido que los amores del amado son lo mejor.
***Evangelista, Cantares 2:3 Como el manzano entre los árboles del bosque, así es mi amado entre los jóvenes. A su sombra placentera me he sentado, y su fruto es dulce a mi paladar.
Éxodo 15:25, Entonces Moisés clamó al SEÑOR, y el SEÑOR le mostró un árbol. Él lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces.... Las aguas son pueblos, naciones y lenguas que al recibir al Señor se vuelven dulces.
***Maestro, Cantares 4:11 Miel virgen destilan tus labios, esposa mía, miel y leche hay debajo de tu lengua, y la fragancia de tus vestidos es como la fragancia del Líbano.
El amado besa a la sulamita y deja en su boca Miel (Revelación 1Samuel14:27) y Leche (Doctrina 1Pedro 2:2)
***Pastor, Cantares 5:13 Sus mejillas, como eras de bálsamo, como riberas de hierbas aromáticas; sus labios son lirios que destilan mirra líquida.
Mirra sirve para: ungüento, incienso, embalsamar muertos.... Habla de preparación de la amada.
Ester 2:12 Cuando le tocaba a cada joven venir al rey Asuero, al cumplirse sus doce meses, según las ordenanzas para las mujeres, pues los días de su embellecimiento se cumplían así: seis meses con óleo de MIRRA y seis meses con especias y cosméticos para las mujeres.
***Profeta, Cantares 7:9 Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los adormecidos. (RVR 1977)
Song of Solomon 7:9 KJV And the roof of thy mouth like the best wine for my beloved, that goeth down sweetly, causing the lips of those that are asleep to speak...... “Y el techo de tu boca como el mejor vino para mi amado, que baja dulcemente causando que los labios de aqueos que duermen hablen”.
Este beso hace hablar, así como el carbón encendido en Isaías 6:6-7 al tocar la boca del profeta puso en él lo que debía de decir o el librito amargo que comió Juan en Apocalipsis 10:10-11.
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