¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un
paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? (Proverbios 30:4)
1. Romanos 11:25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.
2. 1Corintios 15:51 He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados.
3. Efesios 5:31-32 Por esto el hombre dejara a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia.
4. 2Tesalonicenses 2:7 Porque el misterio de la iniquidad ya está en acción, sólo que aquel que por ahora lo detiene, lo hará hasta que él mismo sea quitado de en medio.
5. 1Timoteo 3:9 Sino guardando el misterio de la fe con limpia conciencia.
6. 1Timoteo 3:16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplando por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
7. Efesios 1:9 nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en El.
8. Colosenses 12:7 a quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria.
9. Apocalipsis 1:20 En cuanto al misterio de las siete estrellas que viste en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias y los siete candeleros son las siete iglesias.
10. Apocalipsis 17:5 En su frente tenía un nombre escrito, un misterio: “Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra”.
11. Efesios 3:4 En vista de lo cual, leyendo, podréis comprender mi discernimiento del misterio de Cristo. (Col 2:2, Col 4:3)
12. Efesios 6:19 Y orad por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio.
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