Del rebaño que me diste a pastorear
Ha brotado para mí una fuente
Yo sé que los debo de cuidar
Más me siento cuidado por tu gente
Se ha hecho rhema aquel salmo tan
hermoso
Bendito el hombre que estando
vigoroso
Llenó su aljaba con hijos de su
fuente
Y son saetas en mano de valiente
No temerá si vienen los contrarios
Sean pocos o muchos adversarios
Pues además de sangre santa en el
dintel
Consagrados en la puerta hay con él
Hoy me acerco, para darte cuenta del
rebaño
Y aprovecho para dar gracias viendo
al cielo
Porque cuando traigo un mensaje con
regaño
Lo reciben igual que el del consuelo
En mí reporte no hay ni queja ni
amargura
Pero si existe mucho gozo y alegría
Cuando veo a aquel que delinquía
Convertido, sin pecado y alma pura
Yo te pido mi Señor que los
prosperes
Y te pido mi Jesús que los bendigas
Yo te ruego mi Dios que los esperes
Cuando el fruto no aparezca cuando
digas
Soy tu apóstol y tal llamado no
merezco
Y también sé que no soy digno de tu
amor
Sin embargo de veras te agradezco
Que me hayas dado este trabajo de
pastor
Oración pastoral hecha por el
Apóstol Sergio Enríquez