**Sabemos que El Espíritu Santo mora en cada
uno de nosotros, aquellos a quienes nos ha alcanzado la gracia.
2Timoteo 1:14 Guarda el buen deposito por el
Espíritu Santo que mora en nosotros.
**Pero la biblia también nos muestra que el
espíritu humano puede habitar en dos cuerpos o más como vemos a continuación:
Génesis 2:7 entonces Jehová Dios formo al
hombre del polvo de la tierra, y soplo en su nariz aliento de vida, y fue el
hombre un ser viviente.
Génesis 2:22 y de la costilla que Jehová Dios
tomo del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
**Vemos entonces que cuando Dios creo a la
mujer, no soplo nuevamente un espíritu de vida (un espíritu humano) si no que
el mismo espíritu estaba en ambos (dos almas, dos cuerpos, un espíritu).
Números 11:16-17 Entonces Jehová dijo a Moisés:
Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son
ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de
reunión y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablare allí contigo y tomare
del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos y llevaran contigo la carga
del pueblo y no la llevaras tu solo.
**Dios tomando del espíritu en Moisés (NO era
El Espíritu Santo, ya que EL Espíritu Santo vino hasta Pentecostés), y lo puso
en 70 ancianos, para que estuvieran en un mismo espíritu (71 almas, 71 cuerpos
y 1 espíritu).
2Reyes 2:9 Cuando habían pasado, Elías dijo a
Eliseo: pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y
dijo Eliseo: te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
**Eliseo recibió esta porción ya que hizo el
doble de milagros que Elías, notemos también que el último milagro lo hizo
estando ya muerto (2Reyes 13:21) porque el Espíritu de Elías aún estaba en él.
Mateo 11:13-14 Porque todos los profetas y la
ley profetizaron hasta Juan, y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que
había de venir.
**Entonces tenemos al espíritu de Elías en
Elías, en Eliseo y en Juan el Bautista.
Es muy importante que notemos que debe ser DIOS
quien ponga el Espíritu, ya que el enemigo quiere copiar este modelo. Cuando un
Espíritu que no es de Dios quiere llegar a un cuerpo entonces debe ser echado
fuera como nos enseñó nuestro Señor Jesucristo (Lucas 11:24-26, Lucas 8:26-39,
Mateo 10:1).